martes, 23 de marzo de 2010
Medicina
Les he mentido a ellas,
les he jurado el más puro de los amores,
tomé sus manos y les sorreí,
les dije que estaría a su lado hasta el final de mis días.
Luego sus lágrimas,
luego sus sinceras razones,
sus puteadas.
¡Andate no quiero volver a verte!
Patada en el culo, patada en el alma
y afuera, a algún bar.
Entonces ella se hizo presente y luego nunca respondió
y hoy, junto a un buen trago de alcohol,
bebo también una poca... de mi propia medicina,
y escribo, y lo veo... jejeje,
tal vez no todo sea tan malo.
Gracias de todas formas.
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