Era hermosa, parada frente a mi sonreía y maldecía sin cesar
Yo, sin poder creerlo, no le sonreí, por las dudas
Escribía, cantaba, actuaba y bebía whisky barato
Odiaba los perros, el dinero, el mundo y a los hombre buenos.
“podría morir mañana” repetía cada dos frases
“yo podría morir contigo” le contesté
No tenia perfumes, ni aros, ni uñas pintadas
No sonaban celulares en su vida y las boletas se acumulaban en su buzón
En algún lugar nuestras almas se habían perdido
Solo los cuerpos, llenos de carne huesos y saliva nos habían quedado
Hablamos, casi sin escucharnos, de nada y de tantas otras cosas.
Fuimos a mi casa, bebimos e hicimos el amor.
Desperté y ya no estaba, no me sentí mal.
No me hubiese gustado encontrarla junto a mí
Creo que a ella tampoco. Por eso se marcho sin decir adiós
Así, sin alma, solo con su cuerpo.
Yo, quede con un poco de corazón, vino y papel para escribirle algo:
“…ojala tengas una botella de whisky noche pequeña, brindo por vos esta mañana…”
jueves, 18 de febrero de 2010
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